jueves, 23 de julio de 2009

Bojacá “Promesa. Paseo y piquete”




Como siempre cualquier paseo con Dª Rosita tiene un antes y un despues.
El antes es: la promesa a la Milagrosa Virgen de Bojacá por la salud de los hijos, niet@s. La planificación: (nada se improvisa) Doña Rosita piensa primero que Domingo, en el dinero para pagar la promesa, ver lo gordos que están los pollos que comeríamos en el piquete, el día que la tienda estaría cerrada y la convocatoria a todos los hijos, nueras y niet@s. La mayoría de las veces que fuimos lo hicimos en autobuses públicos, hasta que los muchachos ya tuvieron sus propios vehículos.
Ese domingo al amanecer ya ella se ocupaba de preparar la comida y salir temprano para llegar a misa, comprar los escapularios, hacerlos bendecir y
Asistir con devoción a la misa.
A la salida de la iglesia pasarnos por el mercado, pasear un rato y alguna vez tomar chocolate con tamal en algún puesto del mercado, comprar golosinas a los niñ@s y despues encontrar un lugar bonito y con buena sombra para descansar y almorzar copiosamente acompañado de un buen refajo o una cervecita, pasar la tarde charlando mientras los muchachos y los niños jugaban al fútbol y nosotras los observábamos y hablábamos de nuestras cosas.
Ya oscureciendo regresábamos a Bogotá todos rendidos excepto Doña Rosita que todavía al regresar a casa sacaba bebidas y nos ofrecía a todos.
En esos días no me cuestionaba de dónde sacaba tanta energía, pues mientras muchas de nosotras no llegábamos a los treinta años y estábamos muertas del cansancio, ella que se levanto la primera, hizo la comida, atendió a todo el mundo seguía como su nombre… como una rosa fresca.
La vida nos dio el privilegio de conocerla, de vivir a su lado y de ser receptores de la enorme lección de dignidad que ha sido su vida. Sin descansos, sin ahorrarle sufrimientos, disgustos, contratiempos en los que esta mujer pequeñita de cuerpo, se creció como una gigante para proteger a los suyos.
Ella es una exponente de las mujeres a las que canta Silvio y de las que dice:
“Hay mujeres que la historia bordó entre claveles, y otras desconocidas gigantes que no hay libro que las aguante”
Yo hoy desde esta tierra (España) que ha sido generosa porque nos ha dado cobijo, doy gracias a la vida por tener de padre de mis hijas a un hijo educado por la señora Rosita, porque lo bueno, dulce, tierno, persistente, trabajador y honesto lo aprendió de su madre.
A mis hijas les hemos inculcado el respeto y cariño por su abuelita, porque ella, será siempre un referente ético y humano en el que mirarse.
Que ojala podamos compartir momentos tan entrañables como esos Domingos de Romería a Bojacá y obviamente acompañados por Doña Rosita. Luzmar

1 comentario:

  1. Si, fueron, buenos tiempos a pesar de todas las circunstancias tristes, se sacò tiempo para disfrutarse, a travez de la distancia., y, ahora empapàndome de toda la rica, historia que me perdì, y que ahora a travez de èstas lindas pàginas continuo empapàndome de la vida en la familia.

    Ahora, lamentablemente las entradas a la tienda, continùan su desbalance y mi mami se niega a salir, es por ello que cada salida al mèdico pues lo aprovecho con ella, y cuando Carlitos tiene el tiempo se inicia el proceso de lavado de cerebro para una eventual salida, generalmente es a la casita que tienen Jorge y Myriam en La Dorada., cumplièndose asì, lo que un dìa Pedro y Jorge proyectaron: Un sitio donde llevar a Rosita a calentarse!!!!.

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